Por Priscilla López / Inter News Service / El Nuevo Dia
La crisis inmobiliaria en Estados Unidos parece no tener fin, al extremo de que los principales bancos están tomando hoy medidas drásticas para deshacerse de su alto inventario de propiedades ejecutadas, con el propósito de ayudar a estimular o impulsar el mercado de bienes raíces.
Los bancos estadounidenses han desarrollado una nueva forma de deshacerse de las propiedades ejecutadas para resolver varios problemas a la vez: evitar que los precios de los inmuebles sigan cayendo en los próximos años, disponer totalmente de aquellos que no desean mantener en sus inventarios y eliminar costos de mantenimiento y pago de contribuciones gubernamentales.
Según la revista Time, en Estados Unidos hay cerca de 1.7 millones de hogares confiscados por falta de pago de sus poseedores, procedimientos que continuarán en este mercado.
Cada vez más, los bancos están utilizando equipos de demolición de estructuras en vez de agentes inmobiliarios para disponer de propiedades de menor valor con el fin de evitar una saturación en el mercado y grandes inversiones para su mantenimiento.
Dentro de esa estrategia, las entidades financieras donan luego el terreno a las autoridades locales con el fin de ahorrase el costo de mantenimiento y el pago de contribuciones.
A los gobiernos les gusta esta opción porque obtienen terrenos gratis para desarrollarlos o utilizarlos como espacios abiertos, según la publicación.
Los economistas temen que la actual corriente degrade el valor de las propiedades por los próximos años, lo que ocasionaría un mayor deterioro en el mercado de bienes raíces, situación de la que intenta protegerse la industria inmobiliaria.
Entidades como Bank of America, Wells Fargo y JP Morgan Chase están utilizando esta opción de demolición de estructuras. Esto contradice la política que impulsa el presidente Barack Obama de un plan de modificación de hipotecas.
La administración Obama sostiene que este plan permite que más personas con morosidad en el pago de sus hipotecas eviten las ejecuciones y retengan sus hogares.
Drásticas medidas inmobiliarias en E.U.
Por Priscilla López / Inter News Service / El Nuevo Dia
La crisis inmobiliaria en Estados Unidos parece no tener fin, al extremo de que los principales bancos están tomando hoy medidas drásticas para deshacerse de su alto inventario de propiedades ejecutadas, con el propósito de ayudar a estimular o impulsar el mercado de bienes raíces.
Los bancos estadounidenses han desarrollado una nueva forma de deshacerse de las propiedades ejecutadas para resolver varios problemas a la vez: evitar que los precios de los inmuebles sigan cayendo en los próximos años, disponer totalmente de aquellos que no desean mantener en sus inventarios y eliminar costos de mantenimiento y pago de contribuciones gubernamentales.
Según la revista Time, en Estados Unidos hay cerca de 1.7 millones de hogares confiscados por falta de pago de sus poseedores, procedimientos que continuarán en este mercado.
Cada vez más, los bancos están utilizando equipos de demolición de estructuras en vez de agentes inmobiliarios para disponer de propiedades de menor valor con el fin de evitar una saturación en el mercado y grandes inversiones para su mantenimiento.
Dentro de esa estrategia, las entidades financieras donan luego el terreno a las autoridades locales con el fin de ahorrase el costo de mantenimiento y el pago de contribuciones.
A los gobiernos les gusta esta opción porque obtienen terrenos gratis para desarrollarlos o utilizarlos como espacios abiertos, según la publicación.
Los economistas temen que la actual corriente degrade el valor de las propiedades por los próximos años, lo que ocasionaría un mayor deterioro en el mercado de bienes raíces, situación de la que intenta protegerse la industria inmobiliaria.
Entidades como Bank of America, Wells Fargo y JP Morgan Chase están utilizando esta opción de demolición de estructuras. Esto contradice la política que impulsa el presidente Barack Obama de un plan de modificación de hipotecas.
La administración Obama sostiene que este plan permite que más personas con morosidad en el pago de sus hipotecas eviten las ejecuciones y retengan sus hogares.