Por: Nelson Gabriel Berríos – Revista Construcción

VARIAS NUEVAS PROPIETARIAS COMPARTEN SUS HISTORIAS Y SU ALEGRÍA POR HABER PODIDO CUMPLIR SU ANHELO DE CONTAR CON UNA CASA PROPIA.

Cada dueña de hogar tiene su historia. Son diferentes sus circunstancias, sus luchas, pueden ser casadas, madres solteras, divorciadas, jóvenes profesionales o pensionadas. Lo que las une a todas es la enorme satisfacción de haber realizado el sueño de tener casa propia.

Varias mujeres compartieron con la Revista Construcción y Tendencias para el Hogar de El Nuevo Día su grata experiencia en el proceso de compra de su residencia, que en sus casos facilitó Luz Marina Mártir, de VIG Mortgage, y Natalie Barnecet de FirstMortgage.

“Salí adelante por mí misma”

“Hace dos años y medio decidí hacerme de mi casa propia, cuando tenía 26 años y por la Ley 7 solo estaba en trabajo transitorio. Estaba sola, desinformada y con una bebé”, relata Niria Rodríguez Morales, madre soltera, maestra de salud,  y quien logró comprar su casa en Guayama, donde ahora vive con su niña Arianis.

En su caso, inicialmente no cualificó pero Luz Marina le dio opciones. “Mi crédito era excelente, pero no tenía mucho historial de crédito, así que me tomó casi nueve meses construir uno. Tomé algunas cosas a crédito, con una visa, una mueblería, pagué a tiempo. Y llevé al banco cartas de la casa que alquilaba para demostrar que yo pagaba puntualmente. El proceso fue fácil”. Logró comprar a un 4.5% de interés una casa reposeída que estaba casi destruida, a un gran precio $61,500 y con unos ahorros que tenía la reparó. Al año siguiente, refinanció al 3.5% de interés. Con los arreglos, la casa tasó $110,000 y pudo reducir el periodo del préstamo hipotecario de 30 años a 17, solo pagando $20 más. “Fue un excelente negocio pues le bajé la mitad de los años. Necesitaba estabilidad en mi vida. Mi interés es dejarle un techo seguro a mi hija. Estoy muy satisfecha. Mi papá me dice que salí adelante por mí misma”.

“Una casa para sentirse segura”

Luz Celenia Castellano, una planificadora urbana y económica, madre de tres hijos adultos que viven con ella y su esposo Antonio, buscaba en esta etapa de su vida también la seguridad de una casa propia. En los últimos años habían estado viviendo alquilados, aunque habían tenido propiedades antes.

“Decido aprovechar las circunstancias del mercado, buenos precios, tasas de interés bajas. Tener una casa propia es parte de nuestra idiosincrasia como puertorriqueños. En una economía como la nuestra una casa es un activo y es un elemento de cultura, de sentirse segura”, dijo Castellano.

Como son una familia unida fueron  con sus hijos a ver muchas casas. Al final, claro, la decisión recayó en Luz Celenia y en su esposo. Escogieron una residencia de cinco cuartos. “Nos gustó la ubicación, que me queda cerca del trabajo. Me gustó el tamaño, el vecindario de gente extremadamente amable. También influyeron las amenidades en el complejo. Tiene canchas de tenis y mi familia juega tenis”, explicó Castellano.

“Pensé en el bienestar de mis hijos”

En el caso de Moraima Rivera  la oferta favorable del mercado hipotecario actual le permitió a ella y a su familia convertirse en dueña de una casa por primera vez en mayo del pasado año. “Compré en Country Club. Fue el 22 de mayo de 2014 que hice el cierre”, recalcando cuán importante fue esa fecha en su vida.

Moraima hasta el momento vivía en una casa alquilada con su esposo César Santiago, una hija de 14 años y un hijo de 21.

“Aproveché los intereses bajos, más el incentivo del gobierno de Mi Casa Propia para el pronto. Conseguí en $117,000 una casa grande de tres cuartos, un baño, marquesina, terraza grande, patio. Es una casa que ya tiene tiempo pero estaba en buenas condiciones. Nos encantó, porque está cerca de mis familiares, de un tío mío, mi suegra y un primo. Y yo había vivido un tiempo en casa de mis suegros y también conozco a los vecinos”, explicó Moraima.

El tener su hogar propio, asegura Moraima “para mí es algo super importante, pero pienso que para mis hijos también. Pensé en el bienestar de mis hijos, para que tengan algo en el mañana, cuando una falte. Yo buscaba tranquilidad, un lugar seguro y lo encontré”.

“un logro”

Para Ketty Miranda Berríos, pensionada de la Autoridad de Energía Eléctrica, este mes de la mujer será uno para celebrar algo que la llena de orgullo.

“Es la primera vez que compro una propiedad solita, con mi firma, con mi crédito.  Para mí es un logro. Yo me divorcié y esta casa la acabo de comprar. El cierre fue el sábado”, indicó Ketty, quien espera mudarse  este mes a su casa en Santurce.

Miranda Berríos tiene dos hijas  , que viven independientes. “Estaba buscando una casa sin mucho patio, sin mucho mantenimiento. Ahora en esta etapa de mi vida, con mis hijas adultas, la mayor embarazada, quiero preparar un área de la casa para recibir al nieto. Luego de haber estado en la incertidumbre, esta casa es una estabilidad, una seguridad, estoy pagando un dinero para mí, una inversión, no renta para otra persona”.

La compraventa fue un gran negocio porque aunque la casa estaba valorada en $150,000, ofreció $135,000 y logró ese precio de venta.

“En mi caso pude obtener el 203K, un tipo de préstamo en el cual te ofrecen el financiamiento para remodelaciones o arreglos, financié $15,000 más para arreglos en la misma hipoteca”, explicó Ketty, quien ofreció un consejo a las mujeres solas que deseen comprar casa. “Vigilen su crédito. A mí me abrió todas las puertas el crédito. Pude mantener un excelente credit score y conseguí por eso buenos términos para mi préstamo”, manifestó la nueva propietaria, que está lista para disfrutar pronto, con sus hijas y su nieto por nacer, su nuevo hogar.

El momento de comprar

Esther González es otra historia de superación.  El hecho de que aumentaran la renta del residencial donde vivía la motivó  a reflexionar en que este era su momento de comprar una propiedad.

“El deseo de tener lo mío y la noticia de tener que pagar $300 más de renta donde viviía  lograron que actuara sobre el asunto. Esto, sin dejar de mencionar que el pago que realizaba era de forma quincenal lo que representaba un costo demasiado alto para mí que soy una mujer sola”, exclamó.

Tan reciente como el 31 de enero, Esther tuvo la oportunidad de realizar el cierre de su hogar junto con el personal de FirstMortgage.   “Muchos me decían que no lo iba a lograr y que yo no podía hacerlo pero hoy, aún sin poder creerlo, puedo decir que lo logré”, añadió.

De igual forma z dijo que se siente satisfecha con el préstamo hipotecario que recibió por parte del banco y agradecida del Gobierno que  le otorgó $1,650 por medio del bono de Mi Casa Propia.

Esther se encuentra en el proceso de remodelar su hogar; motivo que la llena de energías para destacarse en su trabajo  donde labora desde hace más de 14 años”.

Jomar Rivera Cedeño colaboró en esta historia.