Estamos en tiempos modernos La gente compra a manos llenas por necesidad, por deseo o porque le gusta aparentar. Compran lo que pueden y lo que no pueden. Por eso pasan el Niágara en bicicleta, como dicen por ahí, cuando de sus finanzas se trata. Pero esa modalidad, cala aún más hondo.
Dicen que las apariencias engañan, pero que mucho nos gustan. Como diría un hombre que fue muy inteligente: nunca hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión. De eso se trata la vida del capitalismo, de aparentar. Y si no tienes con qué, alquílalo; que probablemente, puedas hacerlo.
Vivimos en un mundo que hasta para tener un hijo, podemos alquilar un vientre, podemos alquilar carteras costosas, carros lujosos, zapatos carísimos, equipo de entretenimiento, en fin, de todo como en botica. O sea, que no existen limitaciones para probar lo inalcanzable.
Hay ciertos componentes de la vida que nos hacen cuestionarnos sobre si alquilamos o compramos. Dentro de todos, el más complicado es el de un hogar. Hay expertos en el tema de las finanzas que expresan que la compra de un hogar es el activo de más valor jamás comprado por un individuo. Otros creen que es un pasivo. Yo pienso que tiene de ambos.
Pero en lo que nadie puede diferir es que es el sueño de todos. Y de acuerdo al ingreso per cápita de Puerto Rico, que no sobrepasa los $20,000, es justo pensar que casi todas las familias compran a través de un préstamo hipotecario. Para eso, hay que prepararse desde nuestra juventud y de seguro el camino será menos empinado.
En primer lugar, debemos crear buen crédito de jóvenes y en segundo lugar, debemos comenzar a ahorrar para los gastos de cierre, que representan casi un 8% del valor total de la residencia. Muchísimo dinero que no es recomendable financiarlo con el préstamo. Si te es posible, haz tu proceso de cierre el último día del mes y esos gastos serán menos.
Pero no compres por comprar, revisa si realmente puedes hacer los pagos, si la residencia se ajusta a tus necesidades, si ya has evaluado entre 8 a 10 casas, si el interés que te ofrecen está a la par con lo que encuentras en el mercado, entre otras cosas. Si la mayoría de esas interrogantes no están a tu favor, entonces debes considerar la opción de rentar.
Rentar no es rendirse. Hay situaciones donde es lo más conveniente. Puede ser porque no tengas aún dinero para los gastos de cierre, no tienes un empleo seguro, no estás aún maduro para asumir esa responsabilidad, en definitiva, eso lo determinas tú y debes ser tú quien único tome la mejor decisión que te favorezca.
Yo te invito a orientarte mejor en el tema de las finanzas personales para que aclares tus dudas e inquietudes. Puedes hacerlo contactándome a mi correo electrónico: [email protected], o siguiéndome en twitter: @BosaAndres o en facebook: andres.bosamatos. Te deseo el mayor de los éxitos.
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